REFERENTES

Víctor de la Rosa

CEO de Grupo Vitale

“Granada es una joya escondida”

Víctor de la Rosa es CEO de Grupo Vitale, una empresa dedicada a la gastronomía y la restauración con varios negocios en la ciudad de Granada

  

El sector de la hostelería es uno de los más importantes para Granada, siendo un gran pilar para la economía de la provincia. Y lo es en gran medida por emprendedores como Víctor de la Rosa, CEO de Grupo Vitale, que decidió dejar su profesión como auxiliar de vuelo para hacer realidad su sueño: ser empresario y contar con varios negocios dedicados a la gastronomía en la ciudad.

En la actualidad Grupo Vitale cuenta con varios restaurantes en Granada como La Mafia se sienta a la mesa, un negocio especializado en cocina italiana con dos locales en Granada, con un tercero a punto de abrir. Pero no solo cuentan con La Mafia, sino que también disponen de El Nido Urban Club, que es como un club de playa pero en pleno centro de Granada. Así como Summum, que es una pequeña gastroteca, La Causa Peruana o Granada Cooking Experience, que se dedica a ofrecer diferentes talleres de cocina en la ciudad.

Una cantidad enorme de negocios que han catapultado al éxito a Víctor de la Rosa, que esta semana protagonizó la nueva charla de la cuarta edición de Granada en Futuro, el ciclo de entrevistas organizado por IDEAL y patrocinado por Cajamar que tiene por objetivo conocer de cerca al tejido empresarial de la provincia y poner en valor sus fortalezas y debilidades para determinar el camino a seguir para que Granada alcance un futuro mejor.

Como en las tres primeras ediciones del ciclo de entrevistas, la charla con Víctor de la Rosa tuvo lugar en la Abadía del Sacromonte, y el CEO de Grupo Vitale estuvo acompañado de María José Martínez Pardo, que fue la periodista encargada de dirigir la charla en uno de los lugares más mágicos de toda Granada. “Es un lugar muy acogedor y desconocido para los granadinos. Viniendo para aquí veía al fondo la Alhambra y nunca la había visto así, es espectacular”, reconoció al inicio de la entrevista Víctor.

El empresario granadino repasó su trayectoria profesional y contó que antes de dedicarse al sector de la hostelería estuvo trabajando varios años como auxiliar de vuelo, algo que le dio la oportunidad de viajar mucho y conocer de cerca numerosos países de Asia y América Latina. “Empecé a volar muy jovencito, con solo 19 años, y tuve tiempo suficiente para recorrer gran parte del mundo”, comentó. Estuvo un total de nueve años metido “en un tubo con alas” y pasado ese tiempo, que definió como “muy intenso”, llegó el momento de tomar una decisión: “En esa profesión llega un momento en el que tienes que decidir si seguir o si bajarte del avión y yo no quería seguir más, buscaba un cambio”.

Inicios como emprendedor

Antes de que se diera ese cambio radical en su vida, lo cierto es que Víctor ya había iniciado su actividad emprendedora. “Tenía ese gusanillo de ser emprendedor y monté un negocio online, Enjoy Andalucía, que fue muy bien”. Volando observó que había una falta grande de información para los turistas de ciudades como Granada, hasta el punto de que muchos “casi ni sabían dónde estaba”. “Cogían un vuelo barato al sur de España y se iban sin ver la Alhambra. Por entonces, en el año 2004, no había casi páginas web y me decidí a montar una”.

Una primera etapa emprendedora que compaginó durante un tiempo con su trabajo como auxiliar de vuelo hasta que finalmente decidió dejar de volar. “Lo más sencillo era buscar una franquicia, que es más fácil para empezar, y decidí buscar en el sector de la hostelería”, recordó. Y así dio con La Mafia se sienta a la mesa, una franquicia de comida italiana que descubrió en Barcelona y con la que empezó su actividad en el sector hostelero. Trajo la marca a Granada, la llevó a Córdoba, Málaga e incluso abrió un restaurante en Barcelona. Y ahora, con dos restaurantes de La Mafia en Granada, se prepara para abrir un tercero en la Avenida Federico García Lorca. Y La Mafia no es su único restaurante, ya que en Grupo Vitale cuentan muchos otros más como EL Nido Urban Club, Summum gastroteca o La Causa Peruana. “Tenemos más de un centenar de trabajadores. No sé el número exacto y a veces me da miedo mirarlo, pero son más de 100 ya”.

De todos sus viajes por el mundo ha intentado traer diferentes cosas a Granada. Por ejemplo, con La Causa introdujo la cocina nikkei en la ciudad, algo que “no existía” aquí hasta entonces. Mientras que con El Nido Urban Club ha hecho realidad un club de playa en el centro de la ciudad. Y con Granada Cooking ofrecen talleres de cocina de martes a domingos que han tenido “muy buena acogida”.

 

Dificultades

Sobre cómo ve el sector de la hostelería, el CEO de Grupo Vitale reconoció que a veces tiene que “respirar y contar hasta 10” cuando escucha ciertas cosas. “Aunque muchos lo quieran, aquí nunca vamos a ser como en el norte de Europa y no vamos a estar a las 20:00 horas todos acostados. Aquí buscamos la alegría de vivir y la gente está hasta tarde en la calle”. De hecho, tiene claro que aunque haya gente que quiera cambiarlo “eso es España”.

También confesó que montar un restaurante no es sencillo. En ocasiones porque el propio vecindario no siempre pone las cosas fáciles. Y en otras porque las administraciones públicas no ayudan demasiado. “A veces los empresarios sentimos que somos un problema más que una solución. En Granada la hostelería no se siente respaldada”. Todas esas dificultades para emprender, argumentó, están provocando que ahora la mayoría de jóvenes quieran ser funcionarios y no empresarios. “Ahora nos educan para ser funcionarios, que se ve como lo mejor, y no para ser empresarios. La verdad es que yo no lo entiendo”. Sin embargo, reconoció que todavía ve a “jóvenes con inquietud”, como en el caso de El Nido Urban Club, último negocio que han puesto en marcha.

También lamentó no recibir más apoyo a nivel político: “En Granada, sin poner colores ni extremos, no se llega a ayudar del todo a la hostelería”. Y como ejemplo puso la pandemia del coronavirus, momento en el que los negocios hosteleros “parecíamos el problema” de toda la situación. A eso hay que sumar otros problemas como los elevados impuestos a los que deben hacer frente o lo “muchísimo” que tardan las licencias necesarias para desarrollar la actividad. “Todo esto no llega a frenarte pero sientes que no tienes el respaldo que deberías tener”. A pesar de ello no se arrepiente del camino que eligió seguir tras dejar su trabajo como auxiliar de vuelo y dejó claro que “lo volvería a hacer” si volviera atrás en el tiempo porque es “una alegría muy grande” saber que está generando riqueza para Granada.

El futuro de Granada

Para finalizar la entrevista, Víctor también hablo sobre cómo ve a Granada en el presente y su previsión para el futuro más cercano. Y el empresario no dudó en asegurar que “Granada ha evolucionado de manera brutal”. “Desde hace cinco años el crecimiento está siendo mucho mayor. Antes contábamos con un hotel de cinco estrellas y ahora tenemos varios”, explicó. Hechos que dejan claro que “se está apostando por un turismo de calidad”.

Sin embargo, también reconoció que la provincia tiene muchas cosas en las que mejorar de forma urgente. “El aeropuerto no despega, el AVE tampoco… Tenemos algunas deficiencias pero aún así la gente quiere venir a Granada”. Y es que según el empresario al comprar todo lo que tiene Granada con respecto a otras ciudades queda de manifiesto que “estamos tardando mucho” en aprovechar todo el potencial. Además, habló de proyectos como el acelerador de partículas, que espera que muy pronto sea al fin una realidad, que ayudarán a alcanzar cotas más altas a todos los niveles. Y si eso sucede se repetirán eventos de gran importancia en la provincia como la cumbre europea que tuvo lugar el pasado mes de octubre y que sirvió “para poner a Granada en el mapa”. “Granada es una joya desconocida”, finalizó.