Javier García
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Javier García
CEO de la empresa de maquinaria para construcción SIMA
“Mi ilusión es que Granada tenga un sitio en el mapa a nivel económico”
La novena charla de Granada en Futuro trató sobre el sector de la construcción, uno de los principales motores de la ciudad que se ha visto muy afectado por la crisis del coronavirus
Todos los sectores se han visto afectados por la pandemia del coronavirus, sin importar del que se trate. Más de un año de dudas, pérdidas a todos los niveles y una mirada al futuro cargada de incertidumbre. Uno de los que más ha sufrido en este nuevo escenario ha sido el mundo de la construcción, que desde marzo de 2020 ha tenido que adaptarse a marchas forzadas para poder sobrevivir a una situación inimaginable para la mayoría.
Para conocer cómo ha sido todo este proceso, los cambios que han tenido que afrontar y hablar sobre lo que vendrá en los próximos meses, el noveno encuentro de Granada en Futuro, una acción organizada por IDEAL y patrocinada por Cajamar que busca fomentar el resurgimiento de los diferentes sectores productos de la ciudad tras la crisis del coronavirus, tuvo como protagonista a Javier García, Gerente de SIMA. Un granadino que ha visto como su empresa ha tenido que buscar otras vías para no sucumbir a la crisis de la covid-19 que acompañó al periodista David Baños en la Abadía del Sacromonte para reflexionar sobre su sector, los meses de pandemia y el futuro de la ciudad de Granada.
SIMA es una empresa familiar granadina que comenzó su actividad en 1970 con el objetivo de desarrollar la mejor y más segura maquinaria para la construcción. Desde entonces su crecimiento ha sido espectacular y hoy cuentan con un espacio de producción de más de 27.000 metros cuadrados. Tienen presencia en más de 70 países a nivel internacional, son líderes en España de maquinaria ligera para la construcción y una de las principales líderes en Europa.
“Hemos entendido la pandemia como una época de cambios”
Tras la primera cuestión que puso sobre la mesa David Baños, que tenía que ver con si Javier se consideraba optimista o pesimista, el Gerente de SIMA aclaró que es de los optimista porque no puede permitirse ser pesimista. “De nosotros dependen tantas familias que no puedo permitírmelo”, aseguró Javier, que confesó que durante todo este tiempo procuraba evitar todas las noticias negativas para no ser influenciado en ese sentido. “Nosotros hemos entendido esta pandemia, este año tan malo, como una época de hacer cambios, de buscar nuevas oportunidades para mejorar”, algo a lo que prácticamente se vieron obligados tras caer sus ventas en abril de 2020 casi un 90%, algo que les asustó muchísimo. Ante esta situación tenían dos opciones: vender más para recuperar la rentabilidad, algo imposible con la pandemia, o gastar menos. “Hemos hecho una reestructuración entera de la empresa para optimizar los procesos de fabricación. Si no hubiera llegado la pandemia es algo que no me habría planteado”.
Un “cambio de chip” que se produjo en un día, dándole vueltas a la cabeza antes de dormir. “Al final una historia de 50 años, que son los que lleva la empresa, cambia su filosofía por una noche sin dormir”. Y es que, en esa necesidad de buscar alternativas, tenían claro que contaban con una fábrica de maquinaria de construcción pero que también era capaz de hacer otras cosas: “nos hemos abierto al mercado, a productos que no tienen nada que ver con los nuestros y los fabricamos con las instalaciones y medios que ya teníamos”.
SIMA trabaja en más de 70 países de todo el mundo, lo que permite a Javier tener una visión global sobre cómo ha afectado la pandemia en cada uno de los lugares en los que desarrollan su actividad. “Te das cuenta de que hay muchos países en los que la cultura influye mucho en su forma de actuar. En América del Sur parece que la pandemia les da un poco igual mientras que en Europa hay países como Alemania, Países Bajos o los escandinavos que están saliendo adelante pese a sufrir los mismos problemas que nosotros”, algo que se debe, según él, a que afrontan esta situación con una actitud “totalmente distinta” a la española. Algo que observa también en los gobernantes, que en muchos lugares han permitido a las empresas no parar y las han ayudado a ser más activas en todo este periodo.
“Granada tiene que abrir un poco más la mente”
Sobre los retos de futuro y su perspectiva a corto y medio plazo, Javier consideró que Granada “tiene que abrir un poco más la mente” porque está encapsulada “con la Alhambra y poco más”. “Yo he estado en ciudades europeas que con la mitad de oferta culturar que la que tenemos aquí montan ciudades temáticas”. Como pilares para el desarrollo de la ciudad puso como ejemplo el teleférico a Sierra Nevada, un proyecto “fundamental” para Granada al que “se le están poniendo mil pegas”. “El acelerador de partículas es otro proyecto que, si viene aquí, sería un empujón tremendo para Granada, uno de muchísima calidad”, motivo porque el que las instituciones deberían apostar fuerte por que se convierta en una realidad. “El PTS también es fundamental y debemos impulsarlo y apoyarlo todo lo que podamos porque Granada es pionera en esto”.
Para finalizar la charla, David Baños preguntó a Javier por un deseo de cara al futuro, a lo que el granadino contestó que “principalmente que salgamos de este problema de la pandemia con las menos muertes posibles”, a lo que añadió que “una ilusión para mi es que nuestra ciudad tenga un sitio en el mapa a nivel económico”. “Me consta que hay gente trabajando en ello, Gerardo Cuerva es un verdadero ejemplo en esto. Que seamos referentes en algo, en salud, ciencia, turismo… Y que eso haga que la gente coja optimismo y tenga ganas de vivir o trabajar en Granada”.