Ángeles Orantes-Zurita
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Ángeles Orantes-Zurita
Directora general de Cárnicas Zurita y CEO de La Cueva de 1900
“El gran punto débil de Granada son las comunicaciones”
Ángeles Orantes-Zurita es la directora general de Cárnicas Zurita y CEO de La Cueva de 1900, uno de los grupos empresariales más importantes de la provincia
En la provincia de Granada hay multitud de empresas familiares que, aunque eran pequeñas en sus orígenes, han conseguido desarrollarse y crecer de forma imparable a lo largo de los años. Y un ejemplo perfecto de empresa de carácter familiar que no ha parado de apostar por crecer en nuestro territorio a través de trabajo y esfuerzo es el Grupo Zurita, con Industrias Cárnicas Zurita y La Cueva de 1900.
Empresas que tienen como máxima responsable a Ángeles Orantes-Zurita, una granadina que fue la protagonista de la cita de esta semana de Granada en Futuro, el ciclo de entrevistas organizado por IDEAL y patrocinado por Cajamar que busca profundizar en el tejido empresarial de Granada para determinar cuáles son los retos más importantes de la provincia de cara a los próximos años y las debilidades y problemas en los que hay que trabajar en el futuro.
La charla, que tuvo lugar en las instalaciones del Hotel Alhambra Palace de Granada, fue conducida por la periodista de IDEAL María José Martínez Pardo, que fue la encargada de proponer temas de interés a Ángeles para conversar sobre los inicios del grupo empresarial, sus planes a corto, medio y largo plazo y su visión sobre Granada para destacar sus principales fortalezas y debilidades.
“La empresa nació en 1970 en una pequeña tienda de comestibles en la calle San Jerónimo con mi padre y mi madre. Decidieron quedarse con esta tienda y ese es el origen de nuestra empresa”, explicó para comenzar Ángeles, que agregó que se trataba de un establecimiento de comestibles que sus padres transformaron en carnicería. “Mi madre era una mujer muy comercial con un don de gentes extraordinario y mi padre tenía un perfil más industrial y emprendedor. Pronto se dieron cuenta de que mi madre tenía que quedarse en la tienda y mi padre debía aprender el oficio de carnicero y charcutero”. Y sería tres años después de eso cuando harían realidad su primera fábrica de productos cárnicos. “Formaban un tándem extraordinario entre el carácter emprendedor y estratégico de mi padre y la visión comercial de mi madre”.
La CEO de La Cueva de 1900 rememoró como desde pequeña estuvo junto a su madre en la tienda y como veía a su padre trabajar “de sol a sol”. “Mi madre pensó que era mejor que yo me fuera con ella a la tienda en vez de estar en el matadero o en la fábrica de embutidos. Todavía recuerdo las colas que se formaban en Navidad… Fue una infancia de mucho trabajo y ayuda a mis padres, pero también una infancia feliz”, aseguró. De hecho, algunos de sus mejores recuerdos le llevan a esa infancia, a estar atendiendo en la tienda y a cortar carne, que era lo que más le gustaba. “La verdad es que mi madre fue una maestra maravillosa para mi”.
Empresas
El hecho de estar al frente de Cárnicas Zurita y de La Cueva de 1900 es “una gran responsabilidad” para Ángeles: “No solo porque 400 familias dependen directamente de mis decisiones, sino por conseguir que la empresa tenga continuidad en el tiempo”. Hasta ahora lo han logrado durante más de medio siglo, un total de 54 años en los que han tenido que hacer frente a grandes dificultades: crisis económicas generales, crisis internas, momentos difíciles del sector… “Al final cuando tomas 40 decisiones diarias es fácil equivocarse. Siendo una gran responsabilidad y eso es lo que me hace estar siempre alerta”.
Como empresa cárnica, la directora general de Cárnicas Zurita argumentó que son una empresa “un poco singular” por el hecho de que a través de esa industria cárnica dan servicio a sus propios canales. “Por un lado servimos a nuestra cadena de hostelería y por otro al consumidor final a través de nuestras tiendas. Las empresas cárnicas de nuestro tamaño lo tenemos difícil en el mercado y tenemos que diferenciarnos mucho”.
De cara al futuro, Ángeles reconoció que a nivel de hostelería todo el crecimiento pasa por “abrir más locales”. La Cueva de 1900 está muy consolidada ya, pero explicó que “todavía tiene mucho recorrido por Andalucía”. Mientras que desde el punto de vista de Cárnicas Zurita el crecimiento se antoja “más complejo”. “Estamos creciendo con un nuevo modelo de negocio que estamos probando en el Centro Comercial Nevada con una tienda que aglutina las dos cosas que sabemos hacer: la venta de productos cárnicos y un restaurante dentro. Es un formato que nos está dando buenas alegrías y que gusta al consumidor”, aseguró.
Granada y el futuro
En la recta final de la entrevista, Ángeles destacó cuáles son para ella los principales puntos fuertes y débiles de la provincia de Granada. De esta dijo que cuenta con enclaves naturales y culturales “maravillosos”. Además de una gran generación de talento a través de la Universidad de Granada y de ser “una potencia” en lo relativo a generación de energías renovables. Sin embargo, explicó que también hay debilidades que suponen un freno para el crecimiento del territorio.
“Granada tiene una gran concentración en dos sectores: la agricultura y el turismo. Y eso hace que no tengamos mucha industria y que nuestra actividad esté muy estacionalizada”. Por otra parte, otro “grandísimo punto débil” son las comunicaciones, tanto por tren como por aire, algo que es “un gran hándicap” a la hora de atraer a más visitantes o empresas. En esa lista de puntos débiles, la máxima responsable del Grupo Zurita destacó la falta de emprendimiento: “Sin empresas no somos nada. El emprendimiento debe calar y traducirse en más proyectos empresariales que se queden en Granada”. Y a todo esto sumó el hecho de la dispersión de población y despoblación que hay en la provincia, con una gran concentración poblacional concentrada en la capital y el área metropolitana, lo que provoca que haya “grandes desequilibrios” en el territorio.
Además de explicar cómo ve a Granada, Ángeles también quiso hablar sobre los retos a los que deben enfrentarse en el futuro más cercano en Cárnicas Zurita y La Cueva de 1900. “Hay un problema importantísimo: el mercado laboral en general está cambiando. Y es verdad que tenemos que hacer que este sector sea más atractivo”, reconoció. El motivo es que necesitan más gente joven que quiera trabajar en su sector, algo que “es difícil” porque requiere de trabajar en festivos y en horarios en los que el resto de población está de ocio. “Es un reto que tenemos, somos nosotros los que tenemos que hacer que los trabajadores quieran entrar en nuestras empresas y los que tenemos que retenerlos”.
Para ello también destacó al cliente, que “tiene que entender que cuando entra a las 11 de la noche a un restaurante hay alguien que ha terminado su turno y quiere irse a casa”. Algo que es “realmente difícil de gestionar” y que “es una labor de todos”, tanto de clientes como de las propias empresas. “Igual que los cocineros están viviendo un boom, ahora tenemos que volver a prestigiar el trabajo de sala. Tenemos mucho trabajo por delante”, finalizó.